Si hay algo, entre otras, que ha distinguido a nuestra Agrupación es haber mantenido en el tiempo una coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, principalmente quienes tenemos la enorme responsabilidad de llevar adelante la política que nos diferencia del resto; ni mejores ni peores, simplemente distintos.

Este juego de palabras sirve de prólogo para significar que siempre hemos sostenido que en este mundillo de la búsqueda de la identidad hay quienes viven PARA, y quienes intentan vivir DE. 
Haber opinado en voz alta y el habernos diferenciado del resto ha servido para que muchos, por rehuir al debate o por falta de idoneidad, nos hayan criticado y nos tildaran de confrontativos o los adjetivos calificativos más bizarros que se les puedan ocurrir.
Lo cierto es que cuando se crean espacios o convocatorias se anotan todos y todas y se elevan como referentes importantes dispuestos a dar cátedra sobre identidad sin tener sobre sus espaldas un mínimo pergamino que los acredite a representar el tema. Son solamente reinas o reyes de un reino virtual que ellos mismos crean y que ostentan intentando parecer a ONGS o entidades legalmente constituidas, aplicando sus propias reglas y haciéndoles creer a la gente que son dueños de una entidad o sello que no poseen, pero lo peor de todo es que se manejan por fuera de la ley y la ética con tal de ganar prestigio del pobre compañero, que le interesa ante todo, encontrar sus orígenes, muchas veces, a costa de cualquier método sin medir sus consecuencias. Estos personajes con un perfil patológico muy peligroso, no solamente se contentan con ganar un cierto poder o prestigio entre sus pares, sino que muchas veces tienen otros planes que guardan debajo del poncho, y es la posibilidad de poder “prenderse” en algún puesto o simplemente “acomodarse” con algún puestito que determinado funcionario le puede ofrecer. Si bien no hay una ilegalidad manifiesta en este tipo de actitudes, pero sí creo que hay cierto límite ético personal que debería hacernos reflexionar en nuestra forma de actuar y de separar muy bien la paja del trigo. 
Cuando la Agrupación ¿Quiénes Somos? trabajó hace unos cuantos años con el equipo técnico del diputado Tinnirello en los proyectos de ley 1222 y 1223, nuestra institución no hizo una campaña partidaria a favor de éste, ni propició un lobby electoral para acompañar su proyecto político a través del voto en retribución de habernos representando en el congreso , que dicho sea de paso, fue la madre que parió todos los demás proyectos posteriores que distintos disputados presentaron de allí en adelante. Lo mismo ocurrió con todos los políticos que se han hecho eco de nuestro reclamo a través de otros proyectos, programas, ordenanzas, decretos etc. 
Siempre ¿Quiénes Somos? acompañó, pero al mismo tiempo supo poner el límite razonable a través de la ética y la honestidad intelectual de la agrupación y de sus integrantes, y jamás desde nuestra agrupación se hizo campaña política para ningún candidato en especial, jamás, partiendo de la base que nuestro reclamo, el que compartimos con los más de 3 millones, no tiene padrinos, entenados ni mentores, al contrario el derecho a la verdadera identidad de origen excede la cuestión política partidaria y es menester mantener la distancia. Un dicho popular dice: “la pelota no se mancha”, pues bien, nosotros podemos decir “la identidad no se mancha”. 
Dicen que el tiempo va descubriendo las intenciones de las personas y que tarde o temprano dan testimonio de la verdad. 
Y es lamentable que la verdad muestre a compañeros invitando a través de videos en las redes sociales a votar a un candidato a modo de gratitud por habernos ofrecido un espacio. Sepan ellos que ¿Quiénes Somos? no le debe favores a nadie, al contrario, es obligación del los funcionarios legislar, crear espacios de debates, promover actividades, generar nuevas formas de participación, pero cuidado!!!!! Que no utilicen nuestra actividad para captar adherentes para su campaña política partidaria porque esa actitud habla muy mal del candidato. 
Deleznable es también la actitud del compañero/a que se presta para tal fin intentando arrastrar adeptos a la causa política de su nuevo patrón, escudriñándose en la necesidad de un proyecto de ley. Allí es donde demuestran esos compañeros que son en realidad, y que persiguen en el fondo. Más de una vez durante estos 13 años de vida institucional hemos sido tentados para “sacarnos la foto” con algún candidato, u ofrecernos puestos, de haberlo hecho, hubiese sido entregar las banderas del derecho a la identidad y teñirlo de un color determinado, también de violar nuestros estatutos y cagarnos, perdón por el exabrupto, en cada uno de los compañeros que confían en nosotros. El que trabaja o milita y persigue un fin de lucro o intenta acomodarse a costa del tema, sepa él o ella, que para nosotros esa actitud es condenatoria y merece toda nuestra reprobación. 
Al menos cuando se presentan para participar sean honestos y no jueguen con el doble discurso, porque tarde o temprano van a tener que quedar desnudos ante una realidad de los va a superar y los dejará pagando a la vista de todos. Nuestro relato fue siempre el mismo, desde nuestra institución llamamos a acompañar a TODOS los proyectos de ley y no uno en particular, menos aun insinuar a seguir en el voto a los legisladores firmantes, y eso es lo que algunos están haciendo
“Debemos establecer una ética personal que separe lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno” (Walter Riso)

LUIS VERDINA
PRESIDENTE